En su décimo aniversario, los Festivales de Senderismo de los Pirineos (FSP) han logrado, más que nunca, su objetivo de descubrir la montaña a otro ritmo y a todos los públicos. Cada uno de los 11 festivales participantes, que han tenido lugar de mayo a octubre, han organizado al menos una ruta guiada apta para personas con discapacidades. Entre las propuestas llevadas a cabo, destacan itinerarios sensoriales especialmente pensados para personas con problemas de visión o personas neurodivergentes que se encuentran dentro del espectro autista, así como rutas a pie en las que se ha ofrecido el uso de una silla Jöelette a personas con problemas de movilidad.
En total, un millar de personas han participado en alguna de las 75 actividades guiadas programadas entre los 11 festivales. Estos han tenido lugar en 9 de las 11 comarcas que forman la marca turística Pirineos (Alta Ribagorça, Alt Empordà, Alt Urgell, Berguedà, Cerdanya, Garrotxa, Pallars Jussà, Pallars Sobirà y Ripollès). En paralelo a las rutas a pie, los distintos festivales han organizado actividades de carácter más cultural y divulgativo, como catas de productos locales, observaciones astronómicas o talleres relacionados con el senderismo.
Los visitantes de los festivales son básicamente personas locales, principalmente parejas, que disfrutan de descubrir el monte a otro ritmo y de la mano de guías locales. En cuanto a los programas, las salidas guiadas con mayor éxito son las que cuentan con un planteamiento más original y, en especial, las caminatas nocturnas. El grado de ocupación ha sido del 66%, una cifra ligeramente inferior a la del pasado año aunque el número de visitantes y de actividades ofertadas ha sido prácticamente el mismo en ambas ediciones.





