La Garrotxa es tierra de volcanes y coladas de lava, pueblos de postal, bosques encantadores, paisajes rurales y una gastronomía exquisita. Paseos por el Parque Natural de la Zona Volcánica se combinan con rutas más exigentes por el territorio agreste de la Alta Garrotxa.

La Cerdanya es una comarca que no necesita presentaciones, pero que todavía puede sorprender con algunos de sus numerosos encantos. Los senderistas encontrarán una red de caminos muy extensa y un clima agradable para andar.

La Vall Fosca, en el norte del Pallars Jussà, nos ilumina con su treintena de lagos y unos picos imponentes de casi 3.000 metros. También es una de las puertas de entrada al Parque Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, al que se accede cómodamente con un teleférico.

El Solsonès es un territorio rural de masías centenarias, campos, bosques frondosos y relieves abruptos como el pla de Busa, la roca de Canalda o el clot de Vilamala. Una naturaleza potente que se combina con un patrimonio cultural, histórico, religioso y gastronómico de primer nivel.

El Ripollès es una comarca donde descubrir la huella de la cultura milenaria, con monasterios, iglesias románicas o barracas de pastores. En los valles de Ribes y Camprodon, el Parque Natural de les Capçaleres del Ter i del Freser protege parajes naturales de gran valor.

Sort se extiende a ambos lados del río Noguera Pallaresa, desde los 700 metros hasta los 2.883 del Montsent de Pallars. Los 15 pueblos del municipio se distribuyen en dos zonas: el Batlliu de Sort, que ocupa la parte solana; y el literario valle de Àssua, que ocupa la parte…